BLOQUE 3



BLOQUE 3. La formación de la Monarquía Hispánica y su expansión mundial (1474-1700)


VIDEOS DE MEMORIA DE ESPAÑA CORRESPONDIENTES A ESTE BLOQUE

"La monarquía de los Reyes Católicos"
"América, un nuevo mundo"
"Carlos V: un monarca, un imperio, una espada"
"La España de Felipe II: un imperio sin emperador"
"La decadencia política en el siglo de oro"
"Decadencia de un imperio. de los Austrias a los BorboneS"

APUNTES DEL BLOQUE

 I.  Los Reyes Católicos y la construcción del estado moderno.
I.1. Unión dinástica: integración de las Coronas de Castilla y Aragón. La conquista de Granada y la incorporación de Navarra.
I.2. Política internacional de los Reyes Católicos
I.3. Organización del Estado: instituciones de gobierno.
I.4. América: Descubrimiento y conquista
II. La España del siglo XVI.
II.1. El imperio de Carlos V
II.2. La monarquía hispánica de Felipe II
II.3. El modelo político de los Austria.
II.4. América en los siglos XVI y XVII
III. La España del siglo XVII.
III.1. Felipe III (1598-1621):
III.2. Felipe IV (1621-1665).
III.3. Carlos II (1665-1700)
III.4. Gobierno de validos y conflictos internos. La crisis de 1640.
III.5. Evolución económica, social y cultural en el siglo XVII.

I. LOS REYES CATÓLICOS Y LA CONSTRUCCIÓN DEL ESTADO MODERNO.

El reinado de los Reyes Católicos ha sido frecuentemente considerado como el punto de partida de España como estado moderno. En efecto, la monarquía autoritaria se impuso finalmente a la nobleza, se unificaron políticamentetodos los estados peninsulares menos Portugal, se implantó la unidad religiosa y se descubrió América (basamento económico de la España Moderna). Sin embargo, no todo significa modernidad, pues había pervivencias medievales: así la unión de los reinos de España seguía siendo dinástica y patrimonial y las instituciones de gobierno se desarrollaban a partir de la transformación de las instituciones medievales (consejos, audiencias, cortes, etc.).

I.1. Unión dinástica: integración de las Coronas de Castilla y Aragón. La conquista de Granada y la incorporación de Navarra.

La unión dinástica de los Reyes Católicos se inició con el matrimonio de Isabel y Fernando en 1469. Este matrimonio fue arreglado por Juan II de Aragón, quien buscaba una aliada para vencer en la Guerra Civil de Cataluña y Navarra. Con la Capitulación de Pedralbes (1472), se puso fin a la guerra civil catalana y cuando Juan II murió en 1479, Fernando se convirtió en rey de Aragón.

La sucesión en Castilla no fue tan sencilla. En opinión de Enrique IV, el matrimonio secreto de Isabel rompía el Tratado de los Toros de Guisando (1468), de manera que Enrique IV nombró como sucesora a su hija (probablemente bastarda), Juana la Beltraneja. A la muerte de Enrique IV estalló la Guerra de Sucesión en Castilla (1474-1479). Las candidatas al trono eran:

•Isabel: apoyada por las ciudades, parte de la alta nobleza y clero y Aragón.
•Juana la Beltraneja: apoyada por parte de la nobleza y el clero (Arzobispo de Toledo), Portugal y Francia.

Tras la Batalla de Toro (1476), el bando de Isabel tuvo las de ganar. Por el Tratado de Alcaçovas (1478), Portugal reconoció a Isabel como reina de Castilla. El matrimonio entre Fernando e Isabel no supuso en ningún momento la formación de un estado unificado a pesar de que por la Concordia de Segovia, ambos soberanos decidieron gobernar indistintamente los dos reinos. Al contrario cada reino mantuvo sus propios fueros e instituciones. Se trataba, por tanto de una unión dinástica o patrimonial de carácter medieval.

Castilla y Aragón eran estados muy diferentes a fines del siglo XV. Castilla tenía mucha más población que Aragón y su economía era mucho más dinámica (especialmente la ganadería y el comercio de lana con Flandes), además era un reino unificado y con una larga tradición de autoritarismo monárquico. Por el contrario, la Corona de Aragón parecía más una confederación de reinos en los que el gobierno se basaba en la tradición pactista entre el rey y las cortes. Estas circunstancias hicieron que los Reyes Católicos basaran su poder sobre todo en los recursos de Castilla.
La unión matrimonial fortaleció a ambas coronas y éstas iniciaron una política expansiva con el objetivo de unificar los demás reinos peninsulares:

•Entre 1482 y 1492 se produjo la Guerra de Granada. Los Reyes Católicos terminaban así la Reconquista tras más de dos siglos de interrupción. La Guerra de Granada fue una sucesión de asedios, la mayor parte de los cuales terminaron en una capitulación pactada. La victoria de los Reyes Católicos sevio favorecida por la guerra civil entre Boabdil y su tío El Zagal, por un potente ejército combinado de tropas nobiliarias y milicias urbanas (Santa Hermandad), y por las capitulaciones firmadas con los vencidos que respetaban sus propiedades y su religión islámica. Granada quedó integrada en el Reino de Castilla.

Navarra fue conquistada en 1512, tras la muerte de Isabel. La conquista se justificó por la colaboración entre Navarra y Francia (enemiga de Fernando el Católico). En las Cortes de Burgos de 1515, Navarra se unió a los dominios de Fernando aunque mantuvo sus cortes y fueros como reino aparte.

•Los Reyes Católicos no pudieron incorporar Portugal, a pesar de que lo intentaron por vía de matrimonio. Sin embargo, se crearon las bases para su incorporación en el siglo XVI (1580).

I.2. Política internacional de los Reyes Católicos

La unión de Castilla y Aragón convirtió a la monarquía de los Reyes Católicos en una de las potencias políticas más importantes de Europa. La política exterior  siguió las siguientes directrices:

•Enfrentamiento con Francia y alianza con los países que la rodean para aislarla
•Integración de todos los territorios peninsulares.
•Expansión marítima tanto en el Atlántico como en el Mediterráneo.

- Guerras de Italia: (1494-95) y (1502-03): tras la Guerra e Granada, Italia se convirtió en un campo idóneo para dar salidaal gran ejército organizado por los Reyes Católicos. El enfrentamiento se produjo con Francia por el dominio del Reino de Nápoles(éste había sido un dominio de la Corona de Aragón a mediados del siglo XV). El Gran Capitán Gonzalo Fernández de Córdoba venció a los franceses en la Batalla de Cerignola (1503) lo cual supuso la incorporación de Nápoles aAragón y el predominio español en buena parte de Italia.

- Ocupación de las plazas del Norte de África: la ocupación de las plazas de Melilla, Orán, Bugía y Trípoli iba destinada a acabar con los nidos de piratas berberiscosque asolaban las costas españolas y dificultaban el tráfico marítimo. La efectividad de estas conquistas fue muy escasa.

- Portugal luchó contra Isabel durante la guerra de sucesión por el trono de Castilla, sin embargo, al finalizar este conflicto, los Reyes Católicos hicieron lo posible por regular unas relaciones pacíficas con Portugal. Así firmaron el Tratado de Alcaçovas-Toledo (1479), según el cual Portugal reconocía a Isabel la Católica como reina de Castilla. También fue de gran importancia el Tratado de Tordesillas (1494) en el que Castilla y Portugal delimitaron sus respectivas áreas de expansión marítima.

Los Reyes Católicos elaboraron una compleja política matrimonialque tenía como función atraer a Portugal para unirlo a los otros reinos de la Corona y aislar Francia. Por ello, los hijos de los Reyes Católicos se casaron con varias familias reales europeas:

•Isabel y María se casaron con Manuel I de Portugal.
•Catalina de Aragón se casó con Enrique VIII de Inglaterra
•Juan se casó con Margarita de Austria y Juana la Loca con Maximiliano de Austria.

Esta política matrimonial produjo al final la gran herencia política de Carlos I.

I.3. Organización del Estado: instituciones de gobierno.

Los Reyes Católicos mantuvieron la independencia institucional de cada uno de sus reinos, lo cual les exigió gobernar los diferentes territorios de un modo también diferente. Respecto a las instituciones de gobierno, no crearon ninguna nueva o completamente original, sino que hicieron uso de las instituciones medievales ya existentes adaptándolas a las nuevas necesidades y siempre con el objetivo de reforzar el poder monárquico. Así ocurrió, por ejemplo con los virreinatos, institución de la Coronade Aragón que pronto sería extendida a los nuevos territorios americanos de Castilla.

El Consejo de Castilla se siguió reuniendo, pero las nuevas necesidades de una monarquía cada vez más compleja condujeron al establecimiento de los Consejos Especializados de gobierno (Inquisición, Órdenes Militares, Aragón, Militar, etc.). Además los nobles fueron desplazados de éstos y fueron sustituidos por juristas especializados.

La Administración de Justicia fue uno de los puntos fuertes de la nueva administración. Frente a la Audiencia itinerante, los Reyes católicos aumentaron el número de tribunales superiores y fijaron su residencia en un lugar determinado: dos chancillerías (Valladolid y Granada) y dos audiencias (Santiago y Sevilla), además situaron otra audiencia al frente de cada reino de la Corona de Aragón y de Navarra.

Los Reyes Católicos fueron capaces de superar la difícil situación que las monarquías peninsulares habían tenido ensus respectivos reinos. Buena parte de éste éxito se debe a que consiguieron la pacificación social ansiada por una población cansada de desórdenes. En dicha pacificación fue vital el establecimiento de la Santa Hermandad en las Cortes de Madrigal de 1476. Se basaba en las hermandades formadas por los municipioscomo organismos para defenderse del bandolerismo. La Santa Hermandad encuadraba a todas estas hermandades en una organización común pero que sería financiada por los propios municipios. Su función esencial fue luchar contra el bandolerismo y los desórdenes sociales, para ello recibían atribuciones policiales y judiciales (justicia rigurosa y rápida) hasta 1498, asimismo sirvió como refuerzo para el ejército en la Guerra de Granada.

Resolución del conflicto Remensa en Cataluña. La Capitulación de Pedralbes (1472) puso fin a la Primera Guerra Remensa, pero no había solucionado la causa del problema, por ello en 1484 comenzó una Segunda Guerra Remensa. Fernando el Católico se puso a favor de la nobleza y aplastó la rebelión. Sin embargo, en 1486 decretó la Sentencia Arbitral de Guadalupe que acababa con los malos usos que habían provocado la guerra y por tanto convertía en campesinos libres a los remensas. A cambio, la nobleza recibía una compensación económica.

La Alta Nobleza castellana había sido durante los siglos XIV y XV un factor constante de inestabilidad y desafío a la monarquía autoritaria.La política de los RR CC hacia la nobleza apartaba a ésta de los principales resortes del poder político (éstos serían ocupados por juristas especializados).Por el contrario, la monarquía aseguraba el poder social y económico de la nobleza. Así, por ejemplo, en las Cortes de Toro de 1505 se institucionalizó el Mayorazgo como base fundamental del Señorío Territorial.

El control municipal fue otro de los capítulos importantes de la nueva monarquía. Así, en las Cortes de Toledo de 1480 extendieron la figura del corregidor a un gran número de municipios. Elcorregidor era un juez en primera instancia y agente real que gobernaba los principales municipios junto al regimiento (es decir los representantes de la oligarquía local).

Los Reyes Católicos reunieron pocas veces a las Cortes de la Corona de Aragón.En cuanto a las de Castilla, éstas tenían más que ofrecer y eran más sumisas, no obstante, entre 1481 y 1498 no las reunieron ni una sola vez. Esta fue otra manera de marginar a la alta nobleza del poder político, pues sí que se reunieron con los representantes de las ciudades.

La Política Religiosa de los RR CC acabó con la tradicional tolerancia religiosa entre cristianos, judíos y musulmanes. Dada la importancia de la religión en la definición del sistema político (el rey recibe su poder de Dios), la monarquía autoritaria necesitaba la uniformidad religiosa.

En 1492 se decretó la expulsión de los judíos que no se convirtieran al cristianismo (marcharon unos 100.000). Asimismo, y a pesar de que las capitulaciones con el Reino de Granada prometían respetar a los musulmanes de Granada, éstos fueron acosados por las autoridades hasta tal punto que se rebelaron entre 1499 y 1501. Motivo fundamental fue la política de unidad religiosa: abandonando la relativa –y precaria- convivencia y tolerancia religiosa que habían caracterizado a los reinos medievales, ahora todos los súbditos deberán practicar la misma religión y se crea como organismo responsable de velar por ese proceso el Consejo de la Suprema Inquisición (1479). Entre 80.000 y 100.000 hispanojudíos (la diáspora sefardí) debieron abandonar los reinos hispánicos y otros 50.000 aproximadamente se convirtieron al cristianismo para permanecer en su tierra, en la que serán vigilados y perseguidos por la Inquisición. Entre 1501-02 se expulsó a los mudéjares (musulmanes).

Muchos de los judíos (conversos) y musulmanes (moriscos) que decidieron convertirse en cristianos nuevos continuaron en secreto con sus prácticas religiosas anteriores. Por ello, los Reyes Católicos obtuvieron de los papas la institucionalización de la Inquisición o Tribunal del Santo Oficio. Este perseguiría a los herejes que no respetaban la ortodoxia católica. Además, la Inquisición se convirtió en un organismo de poder para la Corona, que tenía el poder de nombrar a los inquisidores y que podía actuar en cualquiera de sus reinos sin preocuparse por fueros o fronteras.

I.4. América: Descubrimiento y conquista

El descubrimiento y conquista de la América Hispana fue uno de los acontecimientos históricos más importantes de la Historia de la Humanidad. España contribuyó decisivamente a expandir la cultura europea y el idioma castellano a buena parte del Nuevo Continente. Sin embargo, los españoles también fueron responsables de la destrucción de decenas de culturas indígenas y de la brutal explotación de sus habitantes. Para España, América se convirtió en una importante fuente de riquezas, pero dichas riquezas no se emplearon adecuadamente e impidieron convertir a nuestro país en la principal potencia económica europea.

El descubrimiento de América se produjo en 1492, sin embargo, Castilla y especialmente Portugal, llevaban casi un siglo de exploraciones geográficas en el Atlántico. Portugal inició sus navegaciones ya a principios del siglo XV desde la Escuela de Sagres, impulsada por el Infante Enrique el Navegante. La motivación portuguesa era encontrar una ruta alternativa al Mediterráneo para llegar al Asia Oriental. Dicha ruta consistía en circunnavegar África para llegar a Asia a través del Indico (una ruta larga y compleja). Por lo que respecta a Castilla, ésta se limitó a colonizar las Canarias. Estas navegaciones el siglo XV permitieron a portugueses y castellanos realizar espectaculares avances técnicos en la navegación en alta mar (portulanos, astrolabio, brújula, carabela). Estos adelantos fueron conocidos por Colón.

A fines del siglo XV Colón llegó a Portugal. Allí propuso al rey una alternativa a la costosa ruta africana para llegar a Asia: navegar directamente hacia el oeste. El plan de Colón fue rechazado pues sus conclusiones geográficas eran erróneas. Por ello recurrió a Castilla. En 1492, Colón firmó con los Reyes Católicos las Capitulaciones de Santa Fé que le nombraban gobernador de todo lo que descubriera y le otorgaban un décimo de los beneficios que se obtuvieran.

El 12 de Octubre de 1492 la expedición llegó a la Isla de San Salvador y descubrió Cuba y La Española (Santo Domingo). Tras éste realizó otros tres viajes en los que descubrió buena parte del Caribe y la costa de América del Sur. Aunque Colón no lo supo nunca, en realidad había fracasado en su objetivo de llegar a Asia, pues se encontró un continente inesperado.

Tras Colón llegaron los viajes menores. En uno de éstos, Américo Vespucci recorrió la costa de América del Sur (1499), descubriendo que las nuevas tierras no formaban parte de Asia (es decir que “descubrió intelectualmente” América)

El descubrimiento volvió a replantear las relaciones entre Castilla y Portugal, pues, según el Tratado de Alcaçovas (1478), a Castilla sólo le correspondían las Canarias. En este conflicto actuó de árbitro el papa Alejandro VI, quien promulgó la Bula Inter Cetera  (1493), beneficiosa para España. Portugal no aceptó y amenazó con la guerra, pero finalmente el acuerdo llegó en el Tratado de Tordesillas (1494), que dividía los dominios de Castilla y Portugal por un meridiano a 370 leguas al oeste de Cabo Verde (y así concedía Brasil a Portugal).

II. LA ESPAÑA DEL SIGLO XVI

El siglo XVI es un siglo de luces y sombras, es el período de mayor auge político y militar de España, y sin embargo, también es el siglo en el que se gesta la ruina económica y el atraso social e ideológico del país.

II.1. El imperio de Carlos V

El Imperio de Carlos I de España y V de Alemania (1516-1556) se formó por una enorme herencia no premeditada, debido a una política matrimonial iniciada por los Reyes Católicos con el objetivo de aislar a Francia.
•De su abuelo paterno Maximiliano de Habsburgo, recibió Austria y le sucedió en el título imperial.
•De su abuela paterna, María de Borgoña, recibió Flandes y el Franco Condado.
•De su abuelo materno, Fernando el Católico recibió la Corona de Aragón que incluía además sus dominios italianos de Sicilia, Cerdeña y Nápoles.
•De su abuela materna, Isabel la Católica recibió la Corona de Castilla, Navarra y los dominios americanos.

Además, durante su gobierno crecieron enormemente los dominios americanos, conquistó Milán y fue coronado emperador del Sacro Imperio.

Esta herencia motivó el sueño de Carlos V de recrear el Imperio Universal Cristiano: todos los reyes de Europa unidos por una sola fe y un solo emperador en lucha contra los turcos. Sin embargo, esta pretensión fue imposible de lograr, pues Carlos V no consiguió ni la unidad política ni la religiosa.

Conflictos exteriores

Carlos V mantuvo cuatro guerras contra Francisco I y Enrique II de Francia. El Imperio de Carlos V se creó precisamente como una coalición antifrancesa, pero además existían múltiples lugares de enfrentamiento (Italia, Navarra, Rosellón, Flandes, etc.). En 1525, Carlos V venció en la Batalla de Pavíaa Francisco I lo cual le permitió ocupar Milán. Sin embargo, los conflictos con Francia fueron continuos e incluso Enrique II, a pesar de ser un monarca católico, se alió a los luteranos contra Carlos V.

Carlos V consiguió frenar la expansión turca que amenazaba Viena, sin embargo, fracasó al intentar tomar Túnez (1535) y así solucionar el problema de los piratas berberiscos.

Probablemente el más grave por sus repercusiones fue el conflicto religioso en Alemania. En 1517 Lutero inició su Reforma y pronto fue apoyado por algunos príncipes alemanes que veían en ello una manera de desafiar el poder autoritario de los Habsburgo en el Imperio. En principio, Carlos V intentó una solución de compromiso con Lutero en las Dietas de Worms (1521) y Spira (1529), pero la vía negociada fracasó, dando lugar a la Guerra de la Liga de Esmalkalda. En dicha guerra Carlos V tuvo algunos éxitos como la Batalla de Mühlberg (1547), sin embargo, a la larga, los gastos de los conflictos contra luteranos y franceses le obligaron a llegar a un acuerdo con los protestantes: la Paz de Augsburgo(1555). Esta paz dividía el Imperio en dos zonas, la católica y la protestante y exigía que todos los súbditos tuvieran la religión de su rey o príncipe (cuius regio eiusreligio).

Conflictos internos. Comunidades y Germanías.

El conflicto más grave fue la Rebelión de las Comunidades de Castilla (1521-1523). Esta se produjo por varias razones: el descontento por los gobernantes extranjeros que trajo Carlos V (Adriano de Utrecht), la utilización de los recursos de Castilla para pagar la política imperial de Carlos V, la necesidad de que el rey tuviera más en cuenta las Cortes y especialmente la voz de las ciudades, la nefasta política de exportar la lana en bruto, etc. En ciertas ciudades como Toledo, Salamanca o Segovia, la baja nobleza (Padilla, Bravo, Maldonado), tomaron el poder y formaron comunas. Carlos V obtuvo la victoria final en la Batalla de Villalar (1523), tras conseguir la división entre comuneros y alta nobleza. La derrota de las Comunidades aseguró el autoritarismo monárquico y los intereses económicos de la Alta Nobleza.

El Conflicto de las Germanías se desarrolló en el Reino de Valencia como eco del conflicto de las Comunidades de Castilla. Sin embargo fue mucho menos complejo y en una rebelión esencialmente antiseñorial. En este caso, Carlos V apoyó claramente a la alta nobleza para aplastar la rebelión.

II.2. La monarquía hispánica de Felipe II

Como contraste del Imperio Universal de Carlos V denominamos al reinado de Felipe II (1556-1598) la Monarquía Hispánica. Esto se debe a que Felipe II centró sus esfuerzos políticos en que el centro de su imperio fuera España y que éste se convirtiera en un estado hegemónico, pero renunció al Imperio Universal. No renunció, sin embargo, a la defensa del Catolicismo, que ahora se enfrentaba al crecimiento del Protestantismo (Luteranismo, Calvinismo, etc.).

Felipe II se convirtió en rey por la abdicación de Carlos V y en principio tuvo que hacer frente a los compromisos políticos de su padre. Es lo que se llama la política heredada.

El compromiso más importante de la política heredada fue la terminación de la guerra contra Francia. En la Batalla de San Quintín de 1558 Felipe II derrotó a los franceses. Esta batalla forzó la paz definitiva entre los dos países (Paz de Cateau-Cambresis), debida al agotamiento financiero de España (bancarrota de 1557), y al inicio de las Guerras de Religión en Francia.

Hacia 1570, la ofensiva turca en el Mediterráneo se hizo especialmente virulenta. Los turcos arrebataron Chipre a Venecia y ésta pidió ayuda a España. Venecia, España y el Papado formaron la Liga Santa comandada por Don Juan de Austria. Éste derrotó a los turcos en Lepanto (1571). La victoria de Lepanto frenó el avance turco en el Mediterráneo, sin embargo, no consiguió acabar con los piratas berberiscos el Norte de África.

El Conflicto más importante al que se enfrentó Felipe II fue el de los Países Bajos. El conflicto de los Países Bajos tuvo causas económicas y políticas, pero las más graves fueron las religiosas: el norte calvinista se enfrentó al sur católico y Felipe II luchó por la uniformidad religiosa católica. La guerra estalló en 1568 con la rebelión de las Provincias Unidas de Holanda. Felipe II recurrió a la fuerza y envió al Duque de Alba que ejecutó a los principales cabecillas. La Guerra de Flandes (1568-1648) fue una guerra lenta de asedios y una auténtica sangría para los tercios y la hacienda española.

A partir de los años 80 Inglaterra se sumó a los enemigos de Felipe II. Por un lado, la Inglaterra Isabelina desafiaba el poder marítimo de España en el Atlántico y el monopolio del comercio con América. Además, había un problema religioso. Inglaterra era una potencia protestante y ayudaba a los rebeldes holandeses contra los tercios españoles. Este doble desafío provocó la respuesta militar de Felipe II: la Armada Invencible (1588), que fracasó en su intento de invadir Inglaterra. Esta derrota supuso la pérdida de la hegemonía marítima española en el Atlántico.

Los años finales del gobierno de Felipe II estuvieron marcados por su intervención en las Guerras de Religión en Francia. Francia fue víctima en la segunda mitad del siglo XVI de la guerra entre católicos (Liga de Guisa) y protestantes (hugonotes). Felipe II apoyó a la Liga de Guisa para luchar contra el protestantismo, pero también para debilitar a Francia y controlarla. La Paz de Vervins de 1598 acabó con esta guerra y devolvió la estabilidad a Francia.

Política interior en tiempos de Felipe II

Por lo que respecta a la Península Ibérica ésta no estuvo exenta de conflictos:
-                      En 1566 se produjo la Rebelión de los moriscos de las Alpujarras (Granada). Los moriscos eran cristianos sólo de nombre, pues en realidad practicaban la religión y cultura islámicas. Felipe II les acusó de ser posibles colaboradores de la expansión turca por el Mediterráneo, aunque la verdadera razón del conflicto era la necesidad de establecer una auténtica uniformidad religiosa en el Reino. Los moriscos se rebelaron ante el acoso de las autoridades y fueron sometidos por Don Juan de Austria, expulsados y dispersados por el resto de España.
-                      Entre 1580 y 1581 se produjo la incorporación de Portugal a la Corona de Felipe II. Éste reclamó el Reino por la herencia de su madre Isabel de Portugal, con el apoyo de la Alta Nobleza Portuguesa. Portugal mantuvo sus leyes e instituciones. Su incorporación a la corona de Felipe II supuso la unidad política de toda la Península, además añadió su propio imperio colonial (Brasil, Indonesia, Molucas, etc.) al español.
-                      Felipe II llevó el autoritarismo monárquico a sus extremos, es decir, que practicó una política absolutista. Esto supuso algunos conflictos con la Corona de Aragónde tradición pactista. La excusa del conflicto fue el caso de Antonio Pérez. Éste era el secretario aragonés de Felipe II que fue acusado por éste de corrupción y venta de secretos. Antonio Pérez huyó a Aragón y se colocó bajo la protección de sus fueros y del Justicia de Aragón (1591). Entonces Felipe II recurrió a la Inquisición tras acusarle de herejía. Esta maniobra fue juzgada como un atentado a los fueros y derechos de Aragón y provocó una rebelión que el rey tuvo que reprimir por la fuerza (ejecución de Lanuza, Justicia de Aragón).

II.3. El modelo político de los Austria.

Los Austrias, y especialmente Felipe II, llevaron hasta sus últimas consecuencias el modelo político de los Reyes Católicos, es decir, la Monarquía Autoritaria. Incluso en época de Felipe II se puede hablar de una tendencia al Absolutismo Monárquico, es decir, el poder total del rey sobre cualquier otra institución de sus reinos. Mientras que Carlos V mantuvo una corte itinerante entre sus reinos, Felipe II se afincó en el Escorial y desde allí gobernó sus estados. Para gobernar este gran imperio tuvieron que desarrollar una compleja administración que llamamos Sistema Polisinodial. Este consistía en una extensión del sistema de consejos especializados. Estos se fueron creando a medida que fueron necesarios:
Consejo de Estado: dirigía la política exterior.
Consejos Territoriales: consejos de Castilla, Aragón, Portugal, Italia, Flandes.
Consejos Técnicos: Inquisición, Ordenes Militares, Hacienda, etc.

Uno de los Consejos que adquirió más importancia en el siglo XVI fue el de Hacienda, debido al espectacular crecimiento de los impuestos y los gastos del estado.
Aunque los consejos seguían gestionados por juristas, los secretarios que despachaban directamente con el rey adquirieron una gran importancia. Los virreyes, institución de la Corona de Aragón que gobernaba en nombre del rey, se extendieron por todos los reinos alejados de Castilla (Italia, Flandes y especialmente, por América).

Las Audiencias siguieron siendo los organismos más importantes para el ejercicio de la justicia. Desde la época de los Reyes Católicos se habían establecido las dos Reales Chancillerías de Valladolid y Granada además de las de la Corona de Aragón. Asimismo aumentó el número de audiencias fijas, y éstas se extendieron a América.

Cada vez se convocó menos a las cortes. A las de Castilla, sólo para la cuestión de los impuestos. Las Cortes de Aragón se reunieron aún menos veces. Esta práctica se relaciona con la tendencia al absolutismo monárquico pero terminó creando una tensión creciente de Felipe II con los territorios de la Corona de Aragón.

La intervención del poder monárquico en los municipios creció en el siglo XVI (se extendió la figura del corregidor), y aumentó el apoyo a las oligarquías municipales mediante la insaculación (regulación de la elección de los cargos municipales).

Economía, sociedad y cultura en la España del siglo XVI. La Inquisición.

La población española creció en el siglo XVI, en conexión con la fase de expansiva europea.

La Corona no llevó a cabo inversiones productivas sino que sus gastos eran suntuarios y bélicos. El oro y la plata americanos terminaban en manos de banqueros extranjeros de manera que el capital en España siguió siendo escaso. La mentalidad española era rentista y poco inclinada a hacer inversiones. La política de la corona fomentó el desvío de capital hacia el préstamo con interés (juros).

Los Austrias continuaron defendiendo los intereses de la nobleza y de la iglesia. La cúspide de la alta nobleza la formaba un reducido grupo: los Grandes de España. Uno de los fenómenos más genuinos de la España del siglo XVI era la instauración de los Estatutos de Limpieza de Sangre. Éstos demostraban que se era cristiano viejo (es decir, sin antepasados judíos o musulmanes), requisito fundamental para ocupar puestos en la administración o el ejército, emigrar a América, etc.

Además los cristianos nuevos siempre eran sospechosos ante la Inquisición. En el siglo XVI, la Inquisición fundada por los Reyes Católicos adquirió cada vez más poder e importancia como instrumento de uniformidad religiosa y de poder absoluto por parte de la Corona. En un principio persiguió a falsos conversos o moriscos, pero desde mediados del siglo XVI se convirtió en un instrumento de la Contrarreforma y persiguió las escasas células de protestantes españoles (Valladolid). Además, en el reinado de Felipe II vigilaba la entrada de propaganda protestante mediante la censura y el Índice de Libros Prohibidos. A los estudiantes españoles se les prohibió estudiar en Europa.

La Inquisición y la cuestión de la Limpieza de Sangre se convirtieron en un cáncer de la sociedad española, de hecho separada en castas y sometida al miedo a ser denunciado de judaizante, protestante, etc.

El siglo XVI es la primera etapa del Siglo de Oro, el momento de mayor auge cultural de España: el Renacimiento Español. Durante la época de Carlos V tuvo mucha importancia el Erasmismo (Luis Vives, etc.).Sin embargo, la fundación de la Compañía de Jesús, y el Concilio de Trento frenaron cualquier tipo de reforma religiosa durante el reinado de Felipe II.

Entre los logros culturales más importantes de este siglo hay que citar a Francisco de Vitoria, fundador del Derecho Internacional o en literatura obras tan importantes como el Lazarillo de Tormes, el Misticismo de San Juan de la Cruz y Santa Teresa de Jesús o la obra de Fray Luis de León. En arquitectura hay que citar el Plateresco, el Herreriano, en escultura Alonso de Berruguete y en pintura El Greco.


II.4. América en los siglos XVI y XVII

Tras los primeros descubrimientos, la actividad de los exploradores continuó adelante, así, en Núñez de Balboa cruzó el Estrecho de Panamá y descubrió el Océano Pacífico. Por su parte, Magallanes y Elcano recorrieron América del sur, cruzaron el Estrecho de Magallanes y Elcano culminó la primera vuelta al mundo (1519-1522). Sin embargo, este viaje demostró la inviabilidad del comercio con Asia por la ruta del oeste. La Conquista de Méjico fue iniciada por Hernán Cortés en 1519. En este caso, los españoles tuvieron que enfrentarse al Imperio Azteca, una importante cultura que dominaba todo el Méjico Actual. Cortés se enfrentó al rey Moctezuma, y gracias a la alianza con otras ciudades hasta entonces sometidas por los aztecas, ocupó Méjico-Tenochticlán. Entre 1531-1533 Pizarro y Almagro conquistaron el Imperio Inca, que se extendía por el Altiplano Andino, desde Ecuador hasta Chile. En este caso, la conquista española se vio favorecida por la guerra civil entre el emperador inca, Atahualpa, y su hermano Huáscar. Sin embargo, tras la conquista los propios conquistadores españoles se enfrentaron entre sí y murieron asesinados.

Méjico y Perú fueron las bases en América, pero tras su conquista, las exploraciones continuaron, más allá. Orellana recorrió el Amazonas, Valdivia ocupó Chile, Hernando de Soto, el  Missisipi; Juan de Garay, Buenos Aires; Legazpi y Urdaneta, Filipinas, etc.

La colonización americana. La explotación del indígena

Tras la conquista se produjo la colonización. La emigración de los españoles a América estuvo rigurosamente vigilada por la Casa de Contratación (no se permitía emigrar a los conversos o a los súbditos de la Corona de Aragón). De este modo, la emigración a América no pudo ser muy numerosa. Lógicamente, los colonos españoles terminaron mezclándose con la población indígena y los esclavos africanos, de manera que se produjo un intenso mestizaje.

En general, la nueva sociedad colonial reprodujo los modelos de poblamiento indígenas, sin embargo, los españoles fundaron nuevas ciudades, especialmente en los puertos (Veracruz, Cartagena de Indias, El Callao, etc.) Las consecuencias de la conquista fueron nefastas para los indígenas. Aparte de las muertes directas durante la conquista, las enfermedades introducidas por los españoles provocaron un auténtico genocidio en ciertas zonas de América (por ejemplo, en el Caribe). Además se extendió entre los indígenas un espíritu pesimista de derrota y desgana vital por la desaparición de sus formas de vida tradicionales. Sólo en algunas zonas permaneció viva la cultura indígena (aimaras y quechuas en el Alto Perú, Bolivia, mayas en el Yucatán, etc.)

Los españoles pronto empezaron a explotar la agricultura en las nuevas tierras, pero lo que más les interesaba eran las riquezas mineras, el oro y la plata. La plata era especialmente abundante, sobre todo en las minas de Zacatecas (Méjico) y de Potosí (Perú).

El gran problema para la explotación de estas riquezas era la falta de mano de obra. Desde el principio de la conquista, los indios fueron considerados súbditos del rey de España, y, por tanto, no podían ser esclavizados sin justificación. Esto se intentó solventar trayendo esclavos de África, pero además se desarrollaron diferentes sistemas de explotación de los indios.

• El Requerimiento fue la primera forma de esclavización, consistía en “requerir” a los indios a convertirse al cristianismo, y en caso contrario esclavizarlos. Dio lugar múltiples abusos.
• La Encomienda era una institución de origen hispánico que se aplicó en América. Consistía en que a un español se le otorgaba un grupo de trabajadores indios siempre que se comprometiera a cristianizarlos y tratarlos con justicia.
• La Mita era una institución de origen Inca que consistía en un sistema de trabajo por turnos por parte de las comunidades indígenas. Los españoles lo aplicaron en el Alto Perú para la explotación de las minas. Fue una institución especialmente odiada por los indígenas por tratarse de una explotación inhumana.

Los abusos provocados por estos sistemas provocaron una polémica ideológica entre los clérigos españoles. El primero que denunció estos abusos fue Fray Bartolomé de las Casas en su Breve Historia de la Destrucción de las Indias. Las protestas de las Casas provocaron la reacción de la Corona que reguló la encomienda en las Leyes de Burgos de 1514. El mismo, Las Casas debatió con Juan Ginés de Sepúlveda sobre los derechos de los indios, y la su lucha tuvo como fruto las Leyes Nuevas de 1542 que prohibían los abusos de los encomenderos. Sin embargo, la lejanía de América impidió que estas leyes se aplicaran de una forma efectiva

Para el gobierno de América, los españoles adaptaron las instituciones existentes en España a las nuevas necesidades. En un principio, los reyes tuvieron que firmar capitulaciones que daban muchas atribuciones a los descubridores y conquistadores (Colón, Pizarro), pero tras la conquista, recuperaron trabajosamente la autoridad real sobre los propios conquistadores.
La administración y gobierno de América se llevó a cabo con instituciones presentes en la Península y en la propia América.

Entre las instituciones ubicadas en España hay que destacar:
• La Casa de Contratación (en Sevilla desde 1503 y en Cádiz desde 1690), regentaba el monopolio de comercio, la emigración a las colonias y organizaba el sistema de flotas.
• El Consejo de Indias también radicaba en Sevilla y era un consejo especializado formado por juristas. Era la principal instancia jurídica y legal de América por debajo del rey (redactó las Leyes Nuevas de 1542).
Y entre las situadas en las colonias:
• Los virreyes eran el alter ego del rey en las colonias y, por tanto, tenían una importante autonomía y poder dada la lejanía de sus territorios. Esta institución tenía suorigen en la Corona de Aragón y en principio se formaron dos virreinatos: Nueva España (Méjico) y Perú.
• Las Gobernaciones eran las circunscripciones administrativas en que se dividían los virreinatos y su número fue aumentando. En las fronteras o lugares poco pacificados se situaban las Capitanías Generales con carácter militar.
• Como en España existían los corregidores como agentes reales en los municipios. Sin embargo, en América los corregimientos eran menos pero más grandes que en la Península.
 • Las Audiencias tenían como en España funciones de tribunales de justicia superior, sin embargo, también actuaban como organismos de gobierno. Su número llegó a diez en el siglo XVI y los actuales países de Latinoamérica se han formado grosso modo a partir de ellas.

El impacto de América en España.

Es difícil entender el verdadero alcance de la colonización americana en España. En los siglos XVI y XVII América fue una especie de continuación de la Reconquista Medieval y parte de la población española emigró hacia las colonias llevando su economía y cultura. No ocurrió, sin embargo, al revés. Es cierto que algunas especies llegaron de América (maíz, patata), pero su cultivo no se generalizó hasta los siglos XVIII-XIX. En un principio, las aportaciones más importantes de América se produjeron en forma de metales preciosos: oro y sobre todo plata.

La producción de plata creció enormemente a partir de 1550 cuando se pusieron en explotación las ricas minas de Potosí. La plata se llevaba desde el Alto Perú y Méjico hacia los puertos del Caribe (Portobello, Cartagena de Indias…), desde allí se llevaba a Cuba donde se formaba la Flota de la Plata (había dos grandes flotas al año). El sistema de flotas permitía defenderse de los ataques de piratas holandeses, franceses y británicos, asimismo era el mejor modo de mantener el monopolio sevillano vía inspección. Estas aportaciones de metales preciosos llamados Caudales de Indias fueron una importante fuente de ingresos para la Hacienda Real. Estas riquezas fueron muy mal empleadas, en gastos suntuarios y, sobre todo en la costosa política imperial en Europa y no fueron adecuadamente invertidas para generar riqueza en España.

Además, según los monetaristas, la llegada de grandes cantidades de plata fue uno de las principales causas de la Revolución de los precios en Europa, pero sobre todo en España. Los precios crecieron a un ritmo acelerado en el siglo XVI. España fue la más perjudicada por la inflación, pues sus precios crecían más rápido que los del resto de Europa. Esto perjudicó a la economía española y, especialmente a las actividades artesanales que resultaban poco competitivas frente al exterior.

Los Caudales de Indias parecen decrecer en el siglo XVII, esto no se debió a un descenso importante de la producción, sino a un aumento del contrabando y la piratería. Holandeses y británicos aprovecharon la debilidad española durante el período de los Austrias Menores y se aprovecharon directamente de las riquezas americanas. España tuvo que volver a “conquistar América” con los Borbones en el siglo XVIII.




III. LA ESPAÑA DEL SIGLO XVII

Los Austrias del siglo XVII, conocidos como los Austrias Menores, (Felipe III, Felipe IV, Carlos II) han sido considerados tradicionalmente como reyes débiles que dejaron el gobierno del estado a validos como el Duque de Lerma u Olivares. A veces se ha considerado que esta debilidad era responsable de la decadencia española del siglo XVII: decadencia demográfica, económica y política y del propio final del Imperio Español en Europa. Evidentemente los factores de la crisis son mucho más complejos. En este siglo asistimos al ocaso del Imperio Español en Europa

III.1. Felipe III (1598-1621)

Su valido o privado el Duque de Lerma mantuvo una política exterior pacifista. Esto se debió a la mejora de las circunstancias internacionales, pero también al agotamiento de la hacienda española (bancarrota de 1607).

• La Paz de Vervins de 1598 puso fin a las Guerras de Religión en Francia y a la intervención de España en ellas.
• La Paz con Inglaterra (1604) se vio favorecida por la muerte de Isabel I y la instauración de la Dinastía de los Estuardo (más tolerante con el Catolicismo).

• El aspecto fundamental de este pacifismo fue la Tregua de los Doce Años con Holanda (1609-1621). Sin embargo este período de paz fue desaprovechado para sanear la hacienda, pues los gastos suntuarios de la corte sustituyeron a los gastos militares.

III.2. Felipe IV (1621-1665).

Su valido el Conde-Duque de Olivares se ve arrastrado a una serie de conflictos en los que España se juega su hegemonía en europea y la pierde en manos de Francia.

La Guerra de los Treinta Años (1618-1648) estalló en Alemania como un conflicto político-religioso entre los protestantes del Norte y los católicos del sur liderados por los Habsburgo austríacos. España se vio pronto mezclada en este conflicto como principal defensora del Catolicismo y por la cercanía de los Países Bajos a la guerra. Por consiguiente, terminó la Tregua de los Doce Años y se reanudó la Guerra de Flandes en 1621, (toma de Breda, 1625). En 1634, los españoles tuvieron que ayudar a sus aliados austríacos y vencer a los protestantes suecos en la Batalla de Nordlingen (1634).

En 1635 estalló la guerra contra Francia que, aunque católica, apoyó al bando protestante. El enfrentamiento contra tantos enemigos (y los conflictos internos de 1640) llevó a España al agotamiento, de tal modo que empezó a cosechar derrotas (Batalla de Las Dunas, Batalla de Rocroi, 1643).

En el Tratado de Westfalia (1648) termina la Guerra de los Treinta Años y los protestantes salen victoriosos. España se ve obligada a reconocer la independencia de las Provincias Unidas de Holanda. En la Paz de los Pirineos (1659) concluye la guerra contra Francia. España pierde la hegemonía europea en favor de Francia, además pierde Rosellón-Cerdaña, Artois y varias plazas de Flandes. La hija de Felipe IV se casa con Luis XIV (lo que preparará la llegada de los Borbones a España en el siglo XVIII).

III.3. Carlos II (1665-1700)

En este período, una España en decadencia debe mantenerse a la defensiva frente a las continuas agresiones de Luis XIV sobre sus territorios: Paces de Aquisgrán (1668) y Nimega (1678), España debe entregar a Francia el Franco Condado y varias plazas de Flandes.

Finalmente, la intervención francesa en España se recrudecerá con el problema sucesorio a la muerte de Carlos II. Éste muere en 1700 sin descendencia y en su testamento lega todos sus reinos a Felipe de Anjou, nieto de Luis XIV, con la condición de que éstos permanezcan unidos bajo una misma corona.

III.4. Gobierno de validos y conflictos internos. La crisis de 1640.

El Valimiento o Privanza es el nombre que recibe el estilo de gobierno que llevaron a cabo los Austrias Menores, pues éstos abandonaron las principales tareas de gobierno en manos de Privados o Validos, personajes favoritos y con gran influencia ante el rey que gobernaban de hecho en su nombre. Sin embargo, estos validos no fueron todos iguales ni tuvieron la misma influencia.

El Duque de Lerma dominó la situación durante el reinado de Felipe III (1598-1621). Este valido mantuvo su posición gracias a los gastos suntuarios y festejos ofrecidos al rey, y utilizó el valimiento para su enriquecimiento personal.

Aparte de su política exterior pacifista el hecho más importante de su gobierno fue la expulsión de los moriscos (1609-1614). Las razones de esta expulsión son complejas. La Corona y el pueblo miraban a los moriscos con reticencia pues no se comportaban como auténticos cristianos. Las consecuencias demográficas de esta expulsión fueron nefastas (una pérdida de 300.000 personas), y fueron especialmente graves en Valencia y Aragón, donde los moriscos mantenían una fértil agricultura.

El Conde-Duque de Olivares (1621-1642) fue un valido muy distinto al Duque de Lerma. Muy influido por los arbitristas intentó realizar reformas económico-políticas que fortalecieran a la monarquía. Sin embargo, su carácter autoritario y las guerras que tuvo que afrontar impidieron que se llevaran a cabo.

Las Reformas más importantes de Olivares tenían como objetivo fortalecer política y económicamente la monarquía de los Austrias. Este fortalecimiento se basaría en una tendencia a uniformizar las leyes e instituciones de los diferentes reinos hispánicos (Memorial Secreto al Rey de 1624):

•Creación de un Banco Estatal llamado Red de Erarios: consistía en un banco que recogería capitales privados y serviría para que el rey obtuviera préstamos. Esto le liberaría de los prestamistas extranjeros e impediría la salida de metales preciosos. Sin embargo, fracasó pues se obligaba a los privilegiados a aportar parte del capital fundacional. La oposición de las Cortes fue frontal pero aceptaron votar un nuevo servicio de millones a cambio.

Unificación Jurídica e Institucional: Olivares propuso que todos los reinos de Felipe IV deberían abandonar sus fueros e instituciones propias y aceptar las de Castilla. Sin embargo, el medio para conseguir esto era muy peligroso, pues consistía en presionar a estos reinos con el ejército para que éstos se sublevaran contra el rey y éste, tras aplastar la rebelión los castigase arrebatándoles sus fueros. Este proyecto se hizo realidad en Cataluña (1640), pero con un resultado distinto al esperado.

•La Unión de Armas fue el proyecto más ambicioso. Consistía en crear un enorme ejército permanente (140.000 hombres) dividido en siete cuerpos y que debería ser mantenido por las aportaciones fiscales de todos los reinos de la monarquía y no sólo por Castilla. Con ello se conseguiría una fuerza militar para mantener la hegemonía militar en Europa y además reforzaría los lazos de solidaridad entre los reinos de la monarquía. El plan fracasó por la oposición de las Cortes de Aragón, Valencia y, sobre todo, de Cataluña.

La Crisis de 1640: En 1640 se conjugaron una serie de factores que provocaron la caída de Olivares (1643) y pusieron en peligro al propio Imperio de Felipe IV. Por un lado, las reformas de Olivares se habían ganado muchos enemigos tanto entre los grupos privilegiados de Castilla como en los otros reinos de la Monarquía. Por otro, las incesantes guerras exteriores estaban agotando los recursos de Castilla, empobreciendo a los no privilegiados.

La Rebelión de Cataluña (1640-1652) fue la consecuencia lógica de esto. En 1640 Cataluña estaba en plena línea del frente en la guerra contra Francia. El ejército español (mayoritariamente castellano) ocupaba Cataluña y la propia población catalana sufría los abusos de éste. Olivares insistía en que Cataluña debía contribuir a pagar ese ejército que la defendía de Francia. Esta tensión derivó en la rebelión de los segadores que asesinaron al Virrey Santa Coloma (Corpus de Sangre de1640). Cataluña se rebeló contra Felipe IV y entregó el principado al rey de Francia. Felipe IV convirtió la recuperación de Cataluña en el objetivo fundamental de su política y lo consiguió tras un acuerdo en 1652 (Felipe IV se comprometía a respetar los fueros catalanes).

Rebelión e Independencia de Portugal (1640-1668): Portugal estaba siendo perjudicada por su pertenencia a Felipe IV, pues los holandeses aprovecharon su guerra contra este rey para capturar el Imperio Colonial Portugués (Indonesia, El Cabo, Bahía, Curaçao). España era incapaz de defender estos territorios, de este modo en 1640 el Duque de Braganza, al frente de la nobleza portuguesa se proclamó rey Juan IV y apoyado por Francia e Inglaterra se rebeló contra España. Esta tuvo que reconocer la independencia portuguesa en 1668.

Tanto durante la Regencia de Mariana de Austria como el reinado de Carlos II no hubo un valido claro, sino que éstos se sucedieron en un contexto de intensa inestabilidad política: el Padre Nithard, Don Juan José de Austria, Valenzuela, etc. Todo ello redundó en un debilitamiento del poder real y un reforzamiento del poder de la Alta Nobleza.

III.5. Evolución económica, social y cultural en el siglo XVII.

En el siglo XVII toda Europa vivió una intensa decadencia demográfica y económica, pero dicha decadencia fue mucho más grave en España.

- La Crisis demográfica supuso un descenso de la población española. Esto fue debido a la persistencia de la peste (Peste Atlántica de 1597-1602; 1647-52; 1676-85), la expulsión de los moriscos, las dificultades económicas y las guerras constantes.

- La Crisis económica fue generalizada tanto en la agricultura como en la artesanía por el descenso demográfico, la mala política fiscal y la competencia de la artesanía del norte de Europa. Además, el contrabando inglés, holandés y francés hundió el monopolio comercial con América.

- La Crisis fiscal se hizo aún más grave que en el siglo XVI, especialmente tras la reanudación de la guerra durante el reinado de Felipe IV (1621). Los exorbitantes gastos bélicos y el hecho de que cesaran los Caudales de Indias llevaron a la Corona a constantes bancarrotas. Las reformas hacendísticas de Olivares (Red de Erarios, Unión de Armas) intentaron paliar esta situación, pero al ser rechazadas se tuvo que recurrir a soluciones económicamente nefastas: venta de títulos y cargos públicos, aumento de los impuestos indirectos (servicio de millones, impuestos sobre la sal) y la peor de todas: las alteraciones y manipulaciones monetarias (acuñación de moneda de vellón, adulteración de la cantidad de metales preciosos, etc.). Las manipulaciones monetarias provocaron una inflación galopante y un desbarajuste monetario.

A pesar de que tradicionalmente se ha considerado que la crisis se superó gracias a las medidas reformistas de los Borbones, en realidad se comenzó a remontar a fines del siglo XVII, a partir de 1680. La recuperación fue mucho más temprana en la periferia que en el centro, de modo que el peso demográfico y económico reforzó a las zonas litorales mientras el interior se debilitaba. Así hay que mencionar la temprana recuperación de Cataluña que, a partir de 1700 se convierte en una de las regiones más prósperas de España.

La sociedad española del siglo XVII sufrió un retroceso en un sentido conservador. Así mientras la burguesía iba desarrollándose en los países del Norte de Europa, en España aumentó numéricamente la nobleza y el clero. La nobleza recuperó parte de su influencia política y en general, toda la sociedad se vio influida por los caducos ideales nobiliarios (honra, apariencia de grandeza, desprecio al trabajo). Se habla de una “Traición de la burguesía”, la débil burguesía española hace suyos algunos ideales nobiliarios, se hace rentista y abandona cualquier riesgo empresarial.

El campesinado es el gran perjudicado del siglo XVII, sometido a la crisis económica y a la fortísima presión fiscal sufre un proceso de empobrecimiento y en parte se ve abocado al bandolerismo.

Como reacción a la mala situación económica del país, surgió en el siglo XVII una corriente reformista denominada Arbitrismo. Los arbitristas como Fernández Navarrete o Caxa de Leruela defendían que el gobierno reformara la hacienda o diera un mejor uso de los metales preciosos de América para mejorar la capacidad productiva de España. El Arbitrismo influyó mucho en las reformas de Olivares e incluso en literatos como Quevedo.

Contrastando con la decadencia económica y política, el siglo XVII es un período de auge cultural y artístico en España: la segunda parte del Siglo de Oro, la España del Barroco. Una de las manifestaciones más importantes del Siglo de Oro fue la Literatura. En España brilló la narrativa (El Quijote de Cervantes) y dentro de ésta la novela picaresca (El Guzmán de Alfarache de Mateo Alemán, El Buscón de Quevedo), también el teatro (Lope de Vega, Calderón de la Barca, Tirso de Molina) y la poesía (Quevedo, Góngora). En las artes plásticas hay que destacar la imaginería barroca, expresión genuina de la Contrarreforma Católica, pero sobre todo la pintura de Velázquez, Ribera, Zurbarán, Murillo, etc.

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