"El Islam y la resistencia cristiana"
"La disgregación del Islam andalusí y el avance cristiano"
"La península de los cinco reinos"
"La época de las tragedias (1348-1485)"
APUNTES DEL BLOQUE
I. LA PENÍNSULA IBERICA EN LA EDAD MEDIA: LOS REINOS CRISTIANOS: AL ÁNDALUS
I.1.
Evolución Política: la Conquista, el Emirato y el Califato de Córdoba (siglos
VIII-X)
I.2. La
crisis del siglo XI: Reinos de Taifas e Imperios Norteafricanos
I.3. La
organización económica y social
II. LA PENÍNSULA IBERICA EN LA EDAD MEDIA: LOS REINOS CRISTIANOS
II.1. Los primeros núcleos de
resistencia. El nacimiento de León y de Castilla
II.2. Principales etapas de la
Reconquista.
II.3. Modelos de repoblación y
organización social. La Mesta.
II.4. La España de las Tres Culturas.
II.5. La Baja
Edad Media. La crisis de los siglos XIV y XV
I. LA PENÍNSULA IBERICA EN LA EDAD
MEDIA: LOS REINOS CRISTIANOS: AL ÁNDALUS
Al Ándalus es el nombre que los musulmanes daban
a los territorios de la Península Ibérica que ellos mismos dominaron
políticamente entre 711 y 1492 y que fueron mermando paulatinamente a medida
que avanzó la Reconquista cristiana.
Durante la Alta Edad
Media el Emirato y después Califato de Córdoba se convirtió en uno de los
estados más ricos y poderosos del occidente de Europa, sin embargo el
significado de Al Andalus es más profundo. Así podemos considerar a Al Andalus
como un doble puente cultural.
•Un puente que conectó la Edad Media con laAntigüedad Clásica: la economía agraria
y el mundo urbano romano, la filosofía aristotélica, etc.
•Un puente que relacionó oriente
y occidente y que conectó a Europa económica y culturalmente con el Próximo
Oriente (seda, matemáticas).
I.1.Evolución
Política: la Conquista, el Emirato y el Califato de Córdoba (siglos VIII-X)
Entre los siglos VIII-X,
los musulmanes de Al Andalus mantuvieron una situación de predominio político sobre la Península Ibérica. Así dominaban
directamente la actual Andalucía, la Submeseta Sur, Levante, el Valle del Ebro
y las Baleares, pero además, los reinos cristianos del Norte debían pagar
tributos a Córdoba como señal del dominio político andalusí. Asimismo, y a pesar de su diversidad étnica (árabes, sirios,
bereberes, muladíes) y continuas rivalidades entre los propios musulmanes, Al
Andalus mantuvo en este período una situación de unidad política.
La Conquista (711-714)
La Conquista de la Península Ibérica por los musulmanes fue
un proceso rápido y aparentemente sencillo. Los factores que propiciaron esto
fueron.
•La crisis interna de la Monarquía Visigoda: en 711 los
visigodos se encontraban en plena guerra
civil en el Rey Rodrigo y los witizianos. Precisamente éstos últimos
pidieron ayuda a los musulmanes a través del Conde Don Julián para que
pasaran el Estrecho y les ayudaran en la guerra.
•El desinterés de buena parte de la población hispana por el
mantenimiento de un sistema de explotación agraria muy duro protagonizado por
la nobleza visigoda.
•La colaboración abierta de parte de la población hispana con
los musulmanes: witizianos, judíos.
•La actitud tolerante de los musulmanes hacia los pueblos
conquistados, especialmente hacia las “gentes
del libro” (cristianos y judíos).
En 711 Musa ibnNusayr,
gobernador de Ifriquiya (Actual Magreb), envió a su liberto Tarikcon un ejército para cruzar el
Estrecho de Gibraltar. Este ejército se enfrentó a los visigodos dirigidos por
el Rey Don Rodrigo y les venció en
la Batalla del Guadalete (711). Al
año siguiente, 712, el propio Musa cruzó a la Península con refuerzos. Entre
712-714 los musulmanes dominaron toda la Península. Una parte importante de las
conquistas se debió a las capitulaciones
o rendiciones pactadas. En éstas los musulmanes concedían amplios privilegios a
los vencidos, pues éstos conservaban sus tierras y podían seguir practicando su
religión a cambio de pagar un impuesto (ejemplo: capitulación de Teodomiro o
Tudmir en Murcia).
El Emirato Dependiente
de Damasco (714-756).
Durante este período, Al Andalus es una provincia dependiente
del Califato Omeya de Damasco y gobernado por un valí o emir. A pesar de que va a intentar mantener la expansión
militar ésta se va a ver frenada por:
•La Batalla de
Covadonga (722), enfrentamiento poco importante en el que se funda el Reino
de Asturias y que muestra el poco interés de los musulmanes por la Cornisa
Cantábrica, considerada demasiado primitiva y pobre por ellos.
•La Batalla de
Poitiers (732), en la que el ejército musulmán es derrotado por los francos
y que pone fin a la expansión musulmana por el Occidente Europeo
•La Rebelión de los
bereberes (741) en la que las guarniciones de bereberes instalados en las
zonas más pobres de la Meseta Norte abandona éstas y se levanta contra el
gobierno del emir. Es la expresión de losconflictos internos entre las
diferentes etnias musulmanas que generarán una continua inestabilidad política
en Al Ándalus. El abandono de estas guarniciones favorecerá la expansión
asturiana por la Meseta Norte (campañas de Alfonso I de Asturias)
El Emirato
Independiente de Córdoba (756-929)
Durante este período Al Andalus se independiza políticamente
del Califato de Bagdad y es gobernado por la familia de los Omeyas. Sin embargo, continúa su
dependencia religiosa de dicho Califato. Se trata de un período de
consolidación y reorganización política
interna dentro del Emirato de Córdoba, especialmente durante los emiratos de Abd- al-Rahmán I y Abd- al-Rahman II. Sin embargo, durante la segunda mitad del siglo
IX y principios del siglo X, el Emirato vive fuertes tensiones políticas
internas, debido a los conflictos entre musulmanes y con los mozárabes
(cristianos de Al Ándalus).
El Califato de Córdoba
(929-1031)
En 929 Abd–al-Rahman
III, emir de Córdoba, se convierte en Califa, es decir, se hace religiosamente
independiente del Califato de Bagdad. Se trata del período álgido de Al Ándalus
como potencia política y económica
del Mediterráneo Occidental.
Durante el Califato de Al-Hakam
II Córdoba se convierte, además en el centro
cultural más importante de Europa Occidental. Durante el Califato se
culmina la Gran Mezquita de Córdoba
y se construye el Palacio de Medina
Azahara. Los Califas posteriores son más débiles y el Primer Visir Almanzor
(972-1002) domina políticamente el Califato con una dictadura militar. Este
giro militarista se manifiesta en una serie de campañas de castigo ejercidas
por Almanzor contra los núcleos cristianos del norte (Santiago de Compostela,
Barcelona, etc.). Muerto Almanzor, el Califato entró en un proceso de
decadencia y disgregación política en los Reinos de Taifas (1002-1031).
I.2. La crisis del
siglo XI: Reinos de Taifas e Imperios Norteafricanos
A partir del siglo XI la situación política da un giro
decisivo. Al Ándalus experimenta una continua debilidad y disgregación política
lo cual le convierte en presa de los reinos cristianos del norte que les exigen
parias (impuestos) y se expanden a
su costa. La supervivencia de Al Ándalus depende así de las invasiones de los
Imperios Bereberes Norteafricanos (Almorávides
y Almohades). Estos unifican momentáneamente Al Ándalus pero a cambio acaban con el carácter tolerante del
Califato.
Los Reinos de
Taifas(1031-1090):
La desaparición del último califa Hisham III precipitó la
división de Al Ándalus en múltiples reinos de Taifas (expresión máxima de la tendencia disgregadora de los
musulmanes). Sin embargo, a lo largo del siglo XI unas taifas se anexionaron
otras, formándose reinos algo mayores (Sevilla, Toledo, Zaragoza, Valencia).
Estas taifas mantuvieron un alto nivel de riqueza
económica y auge cultural y artístico (por ejemplo, el Palacio de la Aljafería de Zaragoza), sin embargo estuvieron
sometidos al pago de parias a los cristianos a cambio de protección, e incluso
a fines del siglo XI cayeron ante ellos (Alfonso VI conquistó Toledo en 1085 y
el Cid Valencia en 1089).
La Unificación
Almorávide (1090-1145):
La conquista de Toledo
por Alfonso VI en 1085 propició la llegada del emir almorávide Yusuf ibn Tasfin desde el norte de África
a llamado de los reinos de Taifas. Los almorávides frenaron la expansión
cristiana en la batalla de Sagrajas
(1086) y volvieron a unificar Al Ándalus. Sin embargo, la dominación almorávide
no duró mucho pues fueron incapaces de recuperar Toledo o Zaragoza (conquistada
por Alfonso el Batallador en 1118), además la intolerancia e intransigencia
de los almorávides les hicieron muy impopulares entre los propios
musulmanes andalusíes. El Imperio Almorávide cayó en 1145 desintegrándose
nuevamente Al Ándalus en las segundas
taifas.
La Unificación Almohade
(1146-1232):
Otro imperio norteafricano, los almohades, unificaron nuevamente Al Ándalus hacia 1172 y situaron
su capital en Sevilla (allí construyeron su mezquita de la que nos resta la Giralda). Los almohades mantuvieron
esta situación de predominio militar sobre los cristianos hasta fines del siglo
XII (Batalla de Alarcos, 1195), sin
embargo fueron derrotados por una coalición de los reinos cristianos en la
decisiva Batalla de las Navas de Tolosa
(1212). Tras esta batalla, el Imperio Almohade se fue descomponiendo y las
taifas andalusíes fueron cayendo en manos de los cristianos.
El Reino Nazarí de
Granada (1237-1492)
Uno de esos reyezuelos de Taifas, Muhammad I al Nasrí, señor de Arjona conquistó Granada en 1237.
Inmediatamente se declaró vasallo de Castilla. Así se fundó el Reino Nazarí de Granada que subsistió
hasta 1492 gracias a situarse sobre un territorio montañoso, al apoyo de los benimerines del Norte de África y a los
problemas internos de Castilla durante los siglos XIV-XV. Su principal
realización artística fue el Palacio de
la Alhambra.
En 1492, los Reyes Católicos conquistaron el último reino
musulmán de la Península, pero la presencia musulmana aún perduraría en el
tiempo hasta la expulsión de los moriscos entre 1609-1614.
I.3. La organización
económica y social
El Islam recuperó la economía
urbana de la Antigüedad rompiendo con el proceso de ruralización iniciado
en el Bajo Imperio Romano, así los musulmanes desarrollaron una importante agricultura de regadío para abastecer
los nuevos centros urbanos. Asimismo introdujeron nuevos cultivos como el
arroz, los cítricos, el algodón, la caña de azúcar, la granada, la zanahoria
etc.
Las ciudades (Córdoba, Sevilla, Toledo, Granada, Zaragoza) se
convirtieron en centros artesanales y de comercio (la alhóndiga y el zoco eran
lugares vinculados con el comercio), en ellas residían los grandes propietarios
de tierras que demandaban productos artesanales de lujo. A este respecto hay
que mencionar la artesanía andalusí:
tejidos de seda, algodón, lino, cordobanes y guadamecíes, la cerámica vidriada,
el papel, los libros, etc.
Al Ándalus se convirtió, especialmente en el siglo X con el Califato de Córdoba en la principal potencia comercial de Occidente,
así exportaba los productos de lujo antes citados así como aceite. Las rutas de
comercio más importantes eran:
•Europa: de ella
obtenía esclavos y armas
•Norte de África:
de ahí obtenía oro y esclavos
•Bizancio y Oriente:
seda, especias y otros productos de lujo.
Gracias al oro africano el Califato de Córdoba acuñó
abundante moneda y mantuvo una activa
circulación monetaria como en época romana.
La sociedad andalusí se
clasificaba por cuestiones étnico-religiosas y económicas.
En esta sociedad andalusí hay que distinguir los musulmanes:
•La aristocracia árabe
dividida entre sí por clanes: era una minoría pero detentaba la propiedad de las mejores tierras y los
altos cargos del estado. A ellos se unieron los sirios tras 741.
•Los bereberesoriginarios
del Norte de África, tuvieron que conformarse con las peores tierras y se
dedicaban al pastoreo. Tuvieron
muchos conflictos con los árabes.
•Los muladíes, o
nuevos musulmanes de origen hispano, ocupaban un rango inferior entre los
musulmanes. La conversión al Islam no era obligatoria pero era un modo de
promoción social.
Las Gentes del Libro,
no musulmanes eran toleradas y tenían sus propias leyes y organismos de
gobierno. Sin embargo, tenían que pagar impuestos especiales.
•Los judíos tenían
mucha consideración social y algunos pertenecían a la élite intelectual o
científica.
•Los mozárabes o
cristianos eran muy numerosos. Su número disminuyó durante el Emirato y
Califato de Córdoba (conversión al Islam, emigración al norte) y sus relaciones con los musulmanes se fueron
deteriorando paulatinamente. De todos mantenían sus propias leyes, religión e
incluso gobernantes.
II. LA PENÍNSULA IBERICA EN LA EDAD
MEDIA: LOS REINOS CRISTIANOS
La
historia de los Reinos Cristianos peninsulares en la Edad Media se puede considerar como la otra cara de la Historia
de Al Ándalus y como él, se puede
dividir en dos etapas:
•
Primera Etapa (siglos VIII-X):
Origen de los Núcleos de Resistencia,
éstos primitivos núcleos cristianos viven a la sombra de Al Ándalus supeditados
políticamente él y con una economía cerrada y estancada.
•
Segunda Etapa (siglos XI-XIII): Expansión de los Reinos Cristianos a
costa de los territorios musulmanes, repoblación,
expansión urbana y extensión del feudalismo.
En
dicha expansión a la que genéricamente denominamos Reconquista, se produce una convivencia entre cristianos,
musulmanes y judíos que justifica que hablemos de la España de las Tres Culturas. Ésta se caracteriza por la tolerancia
religiosa y el auge cultural, pues el contacto entre estas culturas
permitiría al Occidente Cristiano conocer la sabiduría de la Antigüedad Clásica
a través del “puente” islámico.
II.1. Los primeros núcleos de
resistencia. El nacimiento de León y de Castilla
Los
primeros núcleos de resistencia
cristianos contra la expansión islámica nacen independientemente unos de otros
en el norte de España, entre pueblos atrasados y poco romanizados (astures,
vascones, etc.). Estos territorios tenían poco interés para los musulmanes por
su pobreza, ruralización y economía cerrada.
El
núcleo más temprano e importante fue el Reino
Astur-Leonés. Este dio lugar al Reino
de León y al Condado de Castilla.
El
Reino de Asturias tiene su origen en
la Batalla de Covadonga (722) en el
que Pelayo (noble de origen
presuntamente visigodo y primer rey de Asturias), derrota a los musulmanes.
Este reino quedaría mucho más definido por las Campañas de Alfonso I (739-757), que repuebla con mozárabes del Valle del Duero
el Reino de Asturias.
Alfonso II (781-842) funda la nueva capital de Oviedo y
durante su reinado se produce la consolidación
y visigotización del Reino. Asturias se convierte en el heredero del Antiguo Reino Visigótico y el hallazgo de la
tumba de Santiago lo pone al frente de la lucha contra los musulmanes: los
mitos de la Reconquista quedan establecidos.
Alfonso III (866-910) lleva la frontera hasta el Duero y
traslada la capital a León, a partir de este momento hablamos del Reino de León.
Durante
la segunda mitad del siglo X se produce la crisis interna del Reino de León,
esto favorece la independencia de su frontera oriental: el Condado de Castilla. En éste actúa el conde Fernán González (927-970) como soberano prácticamente
independiente.
En
la zona oriental de la Península nacen los núcleos pirenaicos en el siglo IX.
El Reino de Pamplona surge en torno a los vascones en el siglo IX.
Durante el siglo X está gobernado por la Dinastía
Jimena que se expansiona por La Rioja y Aragón. A principios del siglo XI Sancho el Mayor (1000-1035) se
convierte en el monarca hegemónico de los reinos cristianos al dominar los
antiguos reinos de Pamplona, Condado de Aragón y el Condado de Castilla.
El
Condado de Aragón surge en el siglo
IX en torno a Jaca pero en 970 entra en la órbita de los reyes de Pamplona.
Los
Condados Catalanes surgen tras la
conquista del Pirineo Oriental por los ejércitos de Carlomagno en torno a 800. Carlomagno intenta convertir este
territorio en la Marca Hispánica, la
frontera defensiva del Imperio carolingio. Pronto los condados serán gobernados
por condes catalanes dependientes del Imperio carolingio. Wifredo el Velloso (874-898) consigue la unificación de casi todos
los condados bajo su mando y Borrell II
(947-992) independiza los condados catalanes frente a los carolingios.
II.2.Principales etapas de la
Reconquista.
Entendemos
por “Reconquista” el período
histórico en el que los reinos cristianos del norte de la Península
conquistaron el territorio de Al Ándalus. Aunque se suele decir que dura entre
722-1492, su período más activo fue el comprendido entre los siglos XI, XII y XIII. En realidad se
trató de una conquista, pero el Reino de Asturias y sus herederos (Reinos de
León y Castilla) justificaron dichas conquistas presentándolas como la restauración de la Monarquía Visigoda y
como una cruzada contra los infieles.
La
Reconquista no fue un proceso continuo sino que tuvo continuos altibajos, por
lo que respecta a los reinos cristianos, éstos estuvieron condicionados por la minoridad de los reyes y la concepción patrimonialista de los reinos
que provocaba la constante fragmentación entre los herederos y la unión de dichos reinos por
matrimonio. Etapas:
-
Siglos
VIII-X: el Reino de Asturias-León conquista el Valle del Duero,
territorio de escasa población y no defendido por los musulmanes. Por el
contrario, los núcleos pirenaicos apenas pueden avanzar por el Valle del Ebro donde los musulmanes están
sólidamente afincados.
-
Siglo XI-mediados del siglo XII (reconquista de Toledo y Aragón): Sancho el
Mayor mantuvo su hegemonía sobre los reinos cristianos hasta 1034, pero a su
muerte, sus reinos se dividieron entre sus hijos que se enfrentaron entre sí.
Finalmente, unos de sus nietos, Alfonso
VI (1065-1109) reunificó los reinos de Castilla y León, exigió parias a los
Reinos de Taifas y conquistó Toledo
en 1085.
La llegada de los almorávides (Batalla de Zalacas 1086) y la Guerra Civil en
Castilla, frenaron la expansión castellana, sin embargo, los almorávides no
pudieron impedir las conquistas de Alfonso
I el Batallador (rey de Aragón y Navarra) en el Valle del Ebro (Zaragoza, 1118).
-
Segunda mitad del siglo XII (paralización de la reconquista). En 1147 se
produjo la unión catalano-aragonesa
por el matrimonio del Conde de Barcelona Ramón
Berenguer IV (1137-1162) con la heredera de Aragón. Esta unión será
definitiva, aunque los dos territorios,Cataluña y Aragón, mantendrán sus leyes,
cortes y organismos de gobierno separados.
Alfonso VII
de Castilla (1126-1157) se
convierte a mediados del siglo XII en el Emperador de las Españas. Aragón y
Castilla se reparten sus áreas de influencia en la Península en el Tratado de Tudillén (1151). A la muerte de Alfonso VII (1157) la
reconquista se vuelve a paralizar, Castilla y León se vuelven a separar
mientras los almohades invaden
Al-Ándalus y derrotan repetidamente a los cristianos (Batalla de Consuegra,
Uclés). La defensa de los territorios de La Mancha y Extremadura frente a los almohades queda en manos de las Ordenes Militares (Santiago, Alcántara,
Calatrava).
-
Siglo XIII (reconquista de Andalucía, Valencia, Mallorca y Murcia)
A principios del siglo XIII el rey de Castilla, Alfonso VIII (1158-1214) dirige una
cruzada los principales reyes cristianos contra los almohades y les vence en la
decisiva batalla de las Navas de Tolosa
(1212).
En 1230 Fernando
III (1217-1230) recupera la unidad de Castilla y León, y conquista el Valle del Guadalquivir: Córdoba,
Sevilla y Jaén. En 1248 Muhammad I, rey de Granada se declara su vasallo. Por
su parte, Jaime I (1213-1276), rey
de Aragón conquista Mallorca y Valencia.
Nuevamente, Valencia queda como reino jurídicamente independiente junto a
Aragón y Cataluña.
Navarra permanece independiente pero enclaustrada entre
Castilla y Aragón y se vincula a Francia tras la muerte de Sancho VII el Fuerte (1194-1234).
II.3. Modelos de repoblación y
organización social. La Mesta.
Entendemos
por repoblación el paso siguiente a
la reconquista de los reinos cristianos consistente en poblar los nuevos territorios conquistados con población inmigrante
del norte. También consiste en explotar
económicamente los nuevos territorios así como gobernarlos. La repoblación era imprescindible para defender y
asegurar las conquistas. La repoblación estuvo condicionada por la velocidad de
la conquista, la cantidad de población preexistente y los aportes de población
cristiana. Asimismo, los diferentes tipos de repoblación dieron lugar a una
diferente estructura de la propiedad de la tierra (que aún persiste
parcialmente).
Tipos de Repoblación
•
Siglos VIII-X. Pressura (aprisio en catalán): Castilla-León al norte del Duero, Rioja,
somontano aragonés, Cataluña Vieja. Repoblación espontánea y lenta de nobles,
monasterios y hombres libres sobre territorios vacíos. Dominio de la pequeña
propiedad.
•
Siglos XI-XII. Repoblación
Concejil: Castilla-León al sur del Duero, Toledo, Valle del Ebro, Cataluña
Nueva. Repoblación de iniciativa real sobre territorios con población musulmana
preexistente y amenazados por los musulmanes. Importantes concesiones reales a
las villas (fueros o cartas pueblas) a las que se les conceden amplísimos
alfoces (comunidades de villa y tierra).
Dominio de la mediana propiedad y de la actividad ganadera.
•
Siglos XII-XIII. Repoblación de
las Órdenes Militares. Castilla-La Mancha, Extremadura, Maestrazgo.
Repoblación de las órdenes militares (Santiago, etc.) en forma de encomiendas
sobre territorios rápidamente conquistados y con poca población. Domina la
encomienda, propiedad de gran tamaño con una dedicación preferentemente
ganadera.
•
Siglo XIII: Repartimientos.
Andalucía, Murcia, Valencia, Mallorca. Repoblación real que concede a los
nobles participantes en la conquista los latifundios de los antiguos
propietarios musulmanes junto a los campesinos musulmanes existentes. Domina el
latifundio con dedicación agrícola preferentemente.
Entre
los siglos XI-XIII se produce una fase de expansión
demográfica y económica. La población crece y se supera la economía rural
cerrada de los siglos anteriores. Así se reactivan las vías de comercio en
conexión con la fundación de nuevos centros urbanos. Estas nuevas ciudades se
denominan burgos, tienen funciones
artesanales y comerciales y en ellos se llevan a cabo mercados y ferias por
concesión real (fueros y cartas pueblas).
La
economía castellana se orienta claramente hacia la ganadería lanar más que hacia la agricultura. El negocio consiste
en la lana que se vende a buen precio en los mercados de Flandes e Inglaterra.
Los rebaños de ovejas son propiedad de los nobles y los grandes monasterios.
Estos se organizan en asociaciones cada vez más influyentes que regulan la
trashumancia y cuidan las cañadas. En 1273 Alfonso X funda el Honrado Concejo de la Mesta que une a
todas estas organizaciones ganaderas.
Entre
los siglos VIII-X la abundancia de tierras vacías permitió a los cristianos emigrar hacia el sur, de manera que dominaba
la población libre sobre los nuevos territorios. Sin embargo, a partir del
siglo XI se va extendiendo el feudalismo
tanto en los territorios del norte como en los nuevos territorios repoblados.
La nobleza y la iglesia, claves en la reconquista se refuerzan ante el poder real al extenderse
el señorío territorial y jurisdiccional.
Este
reforzamiento de la nobleza y la iglesia genera el surgimiento de la sociedad estamental (dividida en brazos
o estamentos con sus propias leyes y funciones). Estos dos estamentos
dominantes, junto a las oligarquías urbanas constituirán las cortes a partir
del siglo XIII.
II.4. La España de las Tres Culturas.
La
reconquista supone la convivencia entre
cristianos, musulmanes y judíos en buena parte del territorio español. Esta
convivencia está dominada hasta el siglo XIII por la tolerancia religiosa. Un ejemplo de esto será la Toledo
conquistada por Alfonso VI en 1085.
La convivencia pacífica de las tres religiones justifica el título de Alfonso
VI como “Emperador de las tres Culturas”.
Una
de las manifestaciones más importantes
será la Escuela de Traductores de
Toledo fomentada por Alfonso X el Sabio en el siglo XIII. Estas
traducciones del árabe permitirán a los cristianos conocer los antiguos
escritos de los sabios griegos de la Antigüedad (Aristóteles, etc.), así como
los avances científicos en matemáticas, astronomía, etc.
Otra
de las manifestaciones de esa convivencia es la presencia de un arte híbrido
hispano-musulmán. Así, el Arte Mozárabe
o el Arte Mudéjar (Románico y Gótico
Mudéjar de los siglos XII-XIII), mezclan las influencias europeas del Camino de
Santiago con las influencias islámicas.
La Baja Edad
Media es un período de crisis generalizada en toda Europa: una crisis demográfica cuyo principal
exponente es la Peste Negra, una
crisis social que afecta al Feudalismo y a la Economía Señorial, una crisis política que se expresa en guerras permanentes (Guerra de los Cien
Años) y una crisis religiosa (Cisma
de Occidente).
En este
contexto de crisis, Castilla y Aragón desarrollan las bases de estados modernos que cristalizarán en
la época de los Reyes Católicos pero de dos maneras muy distintas: Monarquía Autoritaria y Pactismo
respectivamente.
La organización política. Instituciones.
La Edad Media
fue un período de reforzamiento del poder de los nobles frente a los reyes
institucionalizado en las monarquías feudales. Sin embargo, en la Castilla de
los siglos XIV-XV se fue imponiendo un nuevo principio político que anteponía
el poder del monarca sobre cualquier otro poder del estado: la Monarquía Autoritaria. En ésta, el
soberano sólo era responsable de sus actos ante Dios y no reconocía ninguna
otra autoridad igual a la suya.
Uno de los
primeros reyes que se decantó claramente por la Monarquía Autoritaria fue Alfonso XI (1310-1350) (Ordenamiento de Alcalá de 1348), sin
embargo, a causa de las frecuentes minoridades
reales y los conflictos civiles,
sus descendientes (Pedro I el Cruel
(1350-1369) y Enrique IV
(1454-1474)) tuvieron que mantener una pugna continua con la nobleza para
imponer sus principios autoritarios.
La Monarquía
Autoritaria exigía el desarrollo de unos instrumentos
de gobierno que permitían al rey centralizar el poder y gobernar de una
forma más efectiva. Estas instituciones constituyen las bases del estado
moderno:
• El Consejo Real(1385)
era un órgano de gobierno de carácter técnico, formado por juristas. Su
principal función era asesorar alrey y ayudarle en funciones de gobierno y
legales.
• La Audiencia(1371)
ejercía funciones judiciales en nombre del rey. En principio era itinerante,
pero en el siglo XV se estableció en la Chancillería
de Valladolid
• Los Corregidoreseran
los representantes del rey en los municipios y jueces en primera instancia. En
éstos elantiguo Concejo Abierto había sido sustituido por el Regimiento, un organismo de gobierno
controlado por las oligarquías locales
• Las Cortesde
Castilla no tenían ninguna función legislativa ni control del gobierno,
solamente votaban impuestos y servicios para el rey, y solamente él tenía el
poder para convocarlas.
Al contrario
que en Castilla, el Pactismo se
impuso en Aragón. El Pactismo establecía que el rey debía negociar con las
cortes de los tres reinos (Aragón, Cataluña, Valencia) las decisiones más
importantes.
La debilidad de
los monarcas de Aragón se debía a que en realidad eran los reyes de una
confederación de tres reinos que mantenían sus propias leyes y cortes
independientes.
Para gobernar
estos reinos así como otras conquistas del Mediterráneo la Corona de Aragón se
valía de los virreyes o lugartenientes.
La Cortes de la
Corona de Aragón tenían mucho más poder que las de Castilla. En 1283, los
nobles aragoneses habían arrancado a Pedro
III el Grande los Privilegios de la Unión según los cuales las cortes tenían
derecho a ser convocadas periódicamente (y no sólo cuando el rey lo desease),
además las cortes mantenían las Diputaciones
Permanentes que no se disolvían sino que gestionaban el cobro de impuestos.
Una de estas diputaciones, la Generalitat de Cataluña llegó a adquirir ciertas
funciones de gobierno. Otra institución particular de estos territorios era elJusticia de Aragón, defensor de los
fueros del reino.
Respecto al
gobierno municipal, en la Corona de Aragón, los principales municipios tenían
amplia autonomía. Así le ocurría a Barcelona que se gobernaba por una asamblea
dominada por la oligarquía urbana: el Consell
de Cent (Consejo de Ciento). Esta asamblea nombraba periódicamente a los
magistrados de la ciudad: los consellers.
Crisis demográfica, económica y política
En el siglo XIV se produjo una grave crisis demográfica y económica que afectó especialmente a
Castilla. Ya a principios del siglo XIV se produjeron frecuentes crisis
agrícolas. Sobre esta población subalimentada recayó la Peste Negra hacia 1348.
La Peste provocó una caída de la población y movimientos de población
importantes del campo a la ciudad.
El
despoblamiento de ciertas zonas rurales hizo disminuir la producción agrícola con el consiguiente aumento de los
precios. La economía señorial sufrió
así un duro golpe. Los señores perdieron muchos de sus campesinos feudatarios y
por tanto se arruinaron. Los nobles llevaron a cabo una intensa reacción señorial, tanto contra el rey
como contra sus propios campesinos a los que impedía salir del señorío y se les
sometía a nuevas cargas señoriales (por ejemplo los payeses de remensa en Cataluña). Los campesinos
iniciaron a su vez movimientos anti
señoriales muy violentos (por ejemplo, los forans de Mallorca en 1450), y la conflictividad social fue la norma de toda la Baja Edad Media
(Guerras Remensas, conflictos urbanos como la Biga contra la
Busca en Barcelona, pogroms contra los judíos, etc.)
En el siglo XV se invirtió la tendencia y Castilla se recuperó demográfica y
económicamente. Esto estuvo vinculado al desarrollo de la ganadería ovina
(oveja merina) y al comercio de lana con Flandes. Por el contrario, la Corona
de Aragón, y especialmente Cataluña
sufrió una grave crisis en el siglo XV, debido en parte al hundimiento del
comercio mediterráneo.
La crisis política fue otra de las
constantes de la Baja Edad Media. La crisis política tuvo su origen en la
resistencia de los grupos nobiliarios frente a los intentos de imponer la
Monarquía Autoritaria. Así, en Castilla se produjo una constante lucha de la
alta nobleza contra los reyes. Por un lado, éstos aprovechaban la minoría de edad del rey (de Alfonso XI
o Juan II) para imponer sus intereses o bien provocaban una guerra civil al oponer otro candidato
al trono (Guerra Civil entre Pedro I el Cruel y Enrique de Trastámara
1366-1369; Farsa de Ávila y enfrentamiento entre Enrique IV y su hermanastro
Alfonso (1465).
La
entronización de los Trastámara en Aragón por el Compromiso de Caspe (1412)
también extendió este tipo de enfrentamiento civil a estos territorios
(conflicto entre Juan II de Aragón y la Generalitat de Cataluña (1462-1472)).
Esta guerra estuvo también determinada por la crisis económica que existía en
este territorio y se mezcló con el conflicto de las Remensas y las luchas entre la Biga
y la Busca en la ciudad de Barcelona.
Todos estos
conflictos se reproducirán al principio del reinado de los Reyes Católicos
(1474-1479), pero éstos vencerán a la nobleza triunfando por fin los principios
de la Monarquía Autoritaria.
La expansión de la Corona de Aragón en el Mediterráneo
Mientras
Castilla se hundía en una profunda crisis económica durante la primera mitad
del siglo XIV, Cataluña se defendía mejor de la crisis gracias al desarrollo
del comercio por el Mediterráneo durante el siglo XIV.
Esta expansión comercial de la Corona de Aragón
se vio acompañada por un rosario de conquistas en el Mediterráneo. La expansión militar acompañaba al
comercio catalán.
Los principales
capítulos de la expansión de la Corona de Aragón por el Mediterráneo fueron: Vísperas Sicilianas (1282), conquista
de Sicilia por Pedro III el Grande, Cerdeña
por Jaime II (1324), expansión de los Almogávares en los Ducados griegos de Atenas y Neopatria,
conquista de Nápoles por Alfonso
V el Magnánimo (1443).
Esta expansión
política marcó la supremacía marítima de Cataluña en el siglo XIV y enfrentó a
la Corona de Aragón con Francia y el
Papado.
La expansión política ayudó a la expansión comercial, Barcelona
exportaba hierro e importaba cereales y tejidos de Sicilia y Cerdeña, pieles y
cuero del norte de África y seda y especias del Mediterráneo Oriental.
La irrupción de
los turcos en Bizancio en 1453 cortó
las rutas de comercio con Asia y perjudicó el comercio catalán que entró en
crisis en el siglo XV. Valencia adquirió en este período un papel más
importante que Barcelona.
Las rutas atlánticas: castellanos y portugueses. Las
Islas Canarias.
Al tiempo que
decaían las rutas del Mediterráneo en el siglo XV, se reforzaban las rutas
Atlánticas más relacionadas con el comercio castellano. La marina castellana
empezó a adquirir protagonismo en la conquista de Sevilla, sin embargo, la
expansión por el Atlántico se veía dificultada porque los benimerines y
granadinos controlaban la navegación por el estrecho de Gibraltar. La Batalla del Estrecho la terminó ganando
Alfonso XI (Batalla del Salado,
1340).
Paralelamente,
los intereses económicos de Castilla se vinculaban cada vez más al comercio de lana desde los puertos
cantábricos hasta Flandes. Castilla se vio obligada a intervenir en la Guerra de los Cien Años (entre
Inglaterra y Francia), para defender las rutas del Cantábrico.
A principios
del siglo XV, Portugal inició su
expansión marítima en torno a la Escuela
de Sagres, actividad promovida por el infante Enrique el Navegante. La pretensión portuguesa era llegar al Asia
Oriental circunnavegando África. Así se expandieron por la costa africana y
ocuparon las islas de Madeira, Azores y Cabo Verde.
El caso de Canarias fue distinto. Los castellanos
ya estaban interesados por ellas en el siglo XIV, aunque la ocupación efectiva
se produjo en el siglo XV en dos fases:
• Primera fase (principios del siglo XV): se ocuparon
Lanzarote, Fuerteventura, La Gomera y Hierro. Fue una expansión nobiliaria
dirigida por Jean de Bethancourt en
nombre de Enrique III.
• Segunda fase (1475-1496), en el reinado de los Reyes
Católicos, y por iniciativa real se conquistó Gran Canaria, la Palma y
Tenerife.
Los portugueses
disputaron a Castilla el dominio sobre Canarias y finalmente el conflicto se
solucionó por el Tratado de Alcaçovas (1479)
que reservaba estas islas para Castilla a cambio de que los portugueses
mantuvieran la exclusividad de la expansión por la costa africana.
La conquista de
Canarias fue el precedente directo de los viajes de Colón y la Conquista de
América por Castilla.
No hay comentarios:
Publicar un comentario